Presentación

             Existe una relación recíproca entre cuerpo y alma, lo que pasa en nuestra vida psíquica afecta nuestra salud en general. Tenemos al paradigma de la medicina como autoridad a la hora de abordar nuestros problemas tanto físicos como mentales; ante la dolencia física no hay dudas, si podemos, en el momento o al día siguiente pedimos un turno con un médico clínico o con un especialista según el caso. Sucede que la evolución nos ha preparado para evitar el daño físico, nos preocupa sobremanera que algo no esté bien en nuestro organismo, es que la enfermedad, la lesión es algo concreto, palpable, directo, el dolor físico está ahí y es algo que no se puede negar. Sin embargo con la psicología solemos ver que no pasa lo mismo, uno puede estar años sufriendo innecesariamente antes de tomar la decisión de solicitar un entrevista con un profesional, muchas veces cuando las cosas rozan el punto de no retorno. Ante este panorama pensamos que es muy importante mejorar la comunicación, proveer información que pueda conectar diferentes aspectos psicológicos, biológicos, emocionales y sociales del padecimiento humano.

Hablamos de compartir información, de construir puentes que conecten los espacios que hay entre mitos y realidades, entre el profesional y el paciente, entre fantasía y realidad a la hora de llegar a un diagnóstico y a una terapia posible.

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